lunes, 7 de julio de 2014

"Amor al sillón del poder"

                       "Amor al sillón del poder"



En Chorrillos, el re-elegido Alcalde Miyashiro cumple con su cargo desde 1999 hasta la fecha (2014) tentado a seguir con el sillón municipal.
Ocampo, Alcalde de San Juan de Miraflores fue reelegido 5 veces desde 1984.
Luis Bueno, lidera Chosica desde 1993 con más de 21 años en el poder.
Y la lista es larga.
La mayoría de nuestros candidatos ya son burgomaestres, otros interrumpidos por una actual gestión, buscan un repechaje para poder continuar en el sillón municipal.
Pero, ¿hasta qué punto una permanencia en el poder es adecuada?
En mi opinión, la permanencia en el poder es la que implica el cumplimiento de los años pactados, es decir, la reelección es un completo error. En América Latina esto es casi una enfermedad política, causada por el virus "poderuis coorruptus", no es mas que el camino fácil al dinero. Y decir que sólo un porcentaje reducido es denunciado y por eso no hay corrupción en la mayoría de gestiones, carece de lucidez. No hay que analizar mucho para dar con el diagnóstico.
Y creo que los políticos con experiencia lo saben, Alan García por ejemplo, descalifica la supuesta candidatura de Nadine Heredia, con una "REELECCIÓN conyugal". Claro, en ese caso llamaríamos a la próxima candidatura de García "REELECCIÓN interruptus". Y así, ser consecuentes.
Un argumento a favor de la reelección es la democracia, impedir que un burgomaestre sea re-elegido por el pueblo (y el pueblo aceptándolo) sería un acto anti-democrático. Y demás argumentos, pero casi todo el mismo rollo. Está también eso de "seguir con las obras" que es casi como decir cosechar lo sembrado. La idea de que un gobierno no alcanza para una buena gestión me parece absurda.
¿Acaso la corrupción no entra en tema raíz?
Es simple, a mi criterio, la no reelección evita futuros "perseguidos políticos". Empuja al buen hacer de gestiones con una única oportunidad para hacer bien las cosas, no hay chance para enmendar errores. Evita también las redes de corrupción ya que no habrá más tiempo para una organización de camuflaje y blindadas como se ve tanto últimamente.
En realidad, lo que necesitamos como pueblo, es un liderazgo no de personas, sino de instituciones. Que sigan con el barco cuando el timón deba cambiar de mando. 





No hay comentarios:

Publicar un comentario