domingo, 4 de noviembre de 2012

El talón de Aquiles.

"Él la ama porque sabe que ella puede vivir con él, contra él, a favor de él, a pesar de él y sin él".


Él, hombre libre y sin embargo atado a todas partes, antojos de la libertad que lo deja sin algo mas estable que, tal vez, su trabajo. Y es que no se puede tener todo en esta vida, él es guapo y lo sabe. Tal vez sea su infortunio. Ya esta viejo dice, pero no lo está y no lo aparenta, y lo sabe.

Ella, una clase de mujer niña con mente de vieja, con muchos errores como todos, pero claro, ella es mujer y la vida es más dura por eso. Ella es fuerte aunque no lo sabe, capaz de romper las cadenas que a él lo atan, capaz de sembrar algo que a él lo vuelve loco.

Él la ama porque sabe que ella puede vivir ...
  • Con él, mujer que sabe amar, que sabe besar, que comprende, que cela, que divierte, ocurrente intentado disparar y bajarse los aviones que interrumpen la conversación que estaba sosteniendo con él, ¿todo lo que un hombre puede desear a su lado? Bueno para él si pues. Polos opuesto se atraen dicen por ahí. Lo malo de él, ella lo lleva y lo apaga y en vez de solo apagarlo y desaparecerlo lo transforma en una sonrisa, en una caricia. Es que ella sabe que tiene ese poder, de hacerlo sonreír, de hacerlo felíz. Nadie sabe que con solo tocar sus labios, él era otro hombre, era libre sin cadenas y volaba, solo ellos saben lo que sentían. Quiero que sepas lo que siento cuando te beso, decía él y ella le creía porque siempre le creyó. ¿Qué, acaso nunca te ha pasado?
  • Contra él. Nadie podía contra él, hasta ese entonces, cuando ella sin querer entro más allá de su cuerpo y su mente - como vulgarmente se dice- entro en su corazón. Él con aires del tipo "cool", del casanova. Él se cegó desde que en el primer beso, cerro sus pequeños ojos y sintió sin duda el mejor corazón que haya sentido jamás. Contra él, porque ella parecía dejar inestable lo que en su vida era lo único estable - claro, solo parecía. Y contra él, porque ella dominó algo que otra no hacía. Tal vez eso le jodía. 
  • A favor de él. Desde que lo conoció, ella que no quería nada serio siendo una mujer clásica -tal vez demasiado para mi gusto- y él que era el hombre ermitaño, de nada serio más que su enojo tal vez. Con ella quiso todo, hasta una familia quiso.
  • A pesar de él, porque apesar de todo - DE TODO- lo quería. Nunca lo juzgó - cosa que hacían todos. Ella no es una santa paloma, más bien es una oveja negra - quise decir loba, pero no llega a tanto- una oveja manchada por el miedo de perderlo, lo que la llevó a mentir, no hay excusas lo sé, pero ella no lo sabe. Ella lo espera sentada, pagaría por volverlo a ver.
  • Sin él. ¿Te ha pasado que cuando no lo tienes lo quieres? esa masoquista tendencia que nos posee de amar lo que nos ignora, de valorar lo que ya no nos pertenece. Él la ama porque sabe que ella no se fue. Y no se atreve a decir que no la siente, si puede ver que tiembla de las ganas que le da. Él podría poner sus brazos alrededor de cada chica que vea, pero solo le recordarían a ella, tal vez ya lo intentó. A ella le pasa lo mismo.  Él, mismo Aquiles. Ella, mismo talón.